“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” (Lucas 19:10).
En el año 1989 el Señor me encontró: perdido, sin dirección y sin propósito; el Creador y Salvador Jesucristo me dio un propósito, un sentido y una razón por la cual vivir. Ahora lo que soy y lo que tengo es todo por su gracia, por su gran sabiduría y su gran poder, y actualmente estamos ayudando a edificar La familia de Dios en la tierra.